viernes, 26 de octubre de 2012

Mi foto

El fotógrafo, en esta imagen yo mismo, capto con la cámara lo que me interesa. En la sala de exposiciones hay una muestra de fotografías antiguas de la Semana Santa sevillana. Pero a mí me interesan otras cosas. Es ahí donde reside la auténtica llamarada del instinto del artista, es decir, el captar aquello que te llama la atención dentro de un cúmulo de estímulos visuales. No fotografío las fotografías colgadas, sino cualquier detalle que “solo yo” me ha dado cuenta.

Su foto

El fotógrafo, en esta imagen mi amigo Juan Mateo, capta con la cámara lo que le interesa. En la sala de exposiciones hay una muestra de fotografías antiguas de la Semana Santa sevillana. Pero a él le interesan otras cosas. Es ahí donde reside la auténtica llamarada del instinto del artista, es decir, el captar aquello que le llama la atención dentro de un cúmulo de estímulos visuales. No fotografía las fotografías expuestas, sino cualquier detalle que “solo él” se ha dado cuenta.

Aspectos sobre la obra de Miguel Trillo

Miguel Trillo, (Jimena de la Frontera (Cádiz), 1953), es licenciado en Imagen y de Lingüística Hispánica por la Universidad Complutense de Madrid. Desde los años 70 ha ido captando imágenes de jóvenes en un entorno musical y de diversión (conciertos de rock, fiestas en discotecas). En un principio estos jóvenes pertenecían a su ámbito familiar y a sus amistades de Málaga y Sevilla. En la década de los 70, sus primeros trabajos, se observa una gran influencia por el surrealismo y la fantasía. Años más tarde, en los 80 centra su trabajo en los personajes anónimos de la Movida Madrileña. Esta década la terminó reflejando un relevo generacional en dos trabajos publicados en la revista de creación Sur Exprés: Los nuevos pijos (1988) y Madrid hip hop (1988). Al inicio de los 90 realiza para el dominical del diario El País un proyecto fotográfico sobre el retrato de la juventud española en pequeñas capitales de provincia. Dicha obra la expone en la galería Moriarty (1992), de Madrid, con el título “Souvenirs”, editando como catálogo tiras de postales turísticas. Miguel Trillo es muy original en el planteamiento de nuevas ideas. Tanto es así que en 1993 convierte la galería El Manantial, de Barcelona, en una tienda de souvenirs con sus fotos grabadas en objetos turísticos.
Desde 1994 vive en la capital catalana, donde ha desarrollado la serie Geografía Moderna, un viaje por fronteras lingüísticas o territoriales de la Península Ibérica. Con los retratos de estos jóvenes ha ido editando sellos de correos. En 2001 en Árdora Editores publicó el libro ¡Agüita!, un ensayo visual en torno al agua a modo de libro de sensaciones de un viajero. A partir del año 2000 ha publicado diversos proyectos, tales como Zoom, Gigasiapolis, y Costa Este y Costa Oeste. La obra de Miguel Trillo, impregnada de una base teórica documentalista conceptual, se encuentra en importantes colecciones públicas y privadas españolas. En la conferencia del 25 de octubre de 2012, dentro de las actividades docentes del III Curso de Fotografía Contemporánea, organizada por la Fundación Valentín Madariaga, el fotógrafo gaditano, expone su visión íntima de lo que representa para él el mundo de la fotografía. Existen dos tipos de fotógrafos; los que hablan con la gente y los que no tienen que hablar con la gente. La fotografía para Miguel Trillo es silencio y en cada fotografía hay detrás una historia. Fotografiar es escribir con luz, aunque haya otros fotógrafos que escriban con sombras. Para él fondo es fundamental en un retrato y comenta al respecto: “Si no hay pared, no hay foto”.
Para finalizar este comentario y a modo de síntesis, Miguel Trillo es un fotógrafo contemporáneo que, a pesar del ruido de la música y la diversión voluntariamente escogidos, ha preferido esperar entre gente joven y marchosa para fotografiar a la rebeldía. Su obra es un homenaje al silencio que hay dentro de la algarabía. Puede obtenerse más información sobre Miguel Trillo, en http://www.photogaleria.com e-mail: migueltrillo@wanadoo.es

jueves, 25 de octubre de 2012

Estoy investigando nuevos filtros en PhotoScape y esto es lo que me ha salido. Es mi tendencia. Espero vuestros comentarios.

martes, 23 de octubre de 2012

Con respecto a los retratos no he perseguido una lectura de critica de la situación personal o social de los personajes retratado, sino que me he dejado llevar por la búsqueda añorada de un tiempo que se fue y que no va a repetirse. Me viene a mi mente personajes costumbristas de finales del siglo XIX hasta los años veinte. He aquí una muestra de algunas fotos de ellos.

Voy a ir poniendo algunas fotografías mias variadas para someterlas a vuestra crítica que me van ayudar a mejorar mi trabajo. Me atrae captar los mimos de la calle y así como los retratos. Son dos géneros que me apasionan.

lunes, 22 de octubre de 2012

Mirar, contemplar en silencio mientras el corazon agazapado late. Cádiz desde lo alto, tras la cristalera que sirve de jaula de un ser que quiere retozarse por sus calles. Es una mañana de primavera cuajada de gotas de lluvia. Ella espera a que sus ojos vuelen como las gaviotas que rozan los cristales con sus alas blancas.

Una misma realidad y cuatro aspectos de dos vidas. La imagen y el reflejo. Dimensiones distintas y contrarias. Ese es el problema del fotógrafo, que sin su trabajo no hay la captación de un instante de la vida. Pero más aún, nunca aparece en esa realidad creada por él. Aparece tras el espejo. El espejo da fe como buen notario de que allí esta él, pero... ¿y si es una imagen reflejada?... Está en un lugar y en un tiempo definido, en un aquí y ahora, pero no se ve. Solo se percibe su obra.

domingo, 21 de octubre de 2012

Comentario sobre el video de James Nachtwey

James Nachtwey (Siracusa, Nueva York, 1948) es un influyente fotógrafo de guerra estadounidense. Influenciado por las imágenes de la Guerra de Vietnam y del Movimiento por los derechos civiles de los afroamericanos, decidió hacerse fotógrafo. Su primer trabajo como fotógrafo internacional fue la cobertura del movimiento civil en Irlanda del Norte en 1981 durante la huelga de hambre protagonizada por miembros del IRA y del INLA. Desde entonces, James Nachtwey se ha dedicado a documentar guerras, conflictos y situaciones sociales precarias. Al contemplar con interés y profunda observación el video sobre el trabajo diario de James Nachtwey en la clase del 18 de octubre de 2012, he llegado a plantearme diversas consideraciones sobre este fotógrafo. Sin duda alguna se trata de un genio en su trabajo, y como tal, “en la adversa fortuna se descubre y en la prosperidad se oculta”. No obstante, como refiere Séneca, “no ha habido hombre de genio extraordinario sin mezcla de locura”. Me llama la atención su forma de actuar en su trabajo y como maneja su expresividad corporal. Por lo general habla bajo y se mueve con una lentitud asombrosa, que da paz al que lo contempla. De esas actitudes y del análisis de su personalidad puedo arriesgarme a describir algunos de sus rasgos: 1.- Se le observa solitario y reservado. Sus vivencias como reportero de guerra lo apartan de los que no han vivido esas experiencias. 2.- Respetuoso al extremo con aquellas personas a quienes va a fotografiar. Ese respeto sublime le abre la puerta del dolor y las diferentes reacciones de duelo según la comunidad que visite. Me llama la atención con qué delicadeza se acerca al sufrimiento de las personas, cómo saluda a la gente, para después captar lo que sucede, y una vez terminado su trabajo, vuelve a saludar despidiéndose de ella. 3.- Actitud silente, tanto en la calle como en su intimidad. Para él es muy importante “estar centrado en uno mismo”. 4.- Organizado, orgulloso, perfeccionista, riguroso, limpio en su trabajo y en su escritura. Es un ser incansable porque para nuestro artista “queda tanto por hacer”. 5.- No siente miedo cuando está trabajando porque lo importante no es el miedo sino “cómo lo manejas”. 6.- Contagia la serenidad con la que se acerca a los demás. Esa tranquilidad y paz genera confianza y los que están sumidos en el pozo del dolor “aceptan su presencia”, “quieren que esté él allí” y quieren que sea “su voz” que denuncie a través de sus fotografías lo que está ocurriendo en aquel lugar y en aquel momento. 7.- Controla las emociones por completo. Llama la atención como se ha ido transformando su mímica a través de los años. Se le nota cansado, taciturno, abatido, doliente, posiblemente con sentimientos de culpa por no hacer más de lo que hace por evitar las tragedias del mundo. Su vida es su trabajo, la vida intima, la familiar, como sucede en los grandes genios, queda aplazada y arrinconada, porque “la gente que fotografío son más importantes que yo mismo”. Si no existiera James Nachtwey, ¿quién denunciaría las iniquidades del ser humano que están ocurriendo (y han ocurrido) en todo el planeta? Por eso me planteo, y así termino este improvisado comentario, ¿qué va a ser de él cuando la evidencia de la edad le impida ejercer su profesión que tanto ama y que tanto le ha mordido?

martes, 16 de octubre de 2012

Ejemplo de Studium y Punctum en una fotografía cualquiera

Según Roland Barthes, en cualquier fotografía se puede distinguir dos temas: el studium y el punctum. El primero de ellos, tiene que ver con la imagen captada por el fotógrafo y al contemplarla sacamos deducciones de ella. Cuando el artista elige un tema, siempre lo hace porque le atrae y le interesa. Todo esto tiene que ver con la cultura y el gusto. Y la foto en sí es interpretable por todo el mundo que la contempla. Sin embargo, el segundo de ellos, el punctum, es el impacto, el pellizco que sentimos al contemplarla. Este tema está íntimamente relacionado con las vivencias personales del observador de la fotografía. El punctum, que siempre es íntimo y personal, se sale del campo ciego de la fotografía. Traemos a colación una fotografía sobre la emigración a Estados Unidos en las primeras décadas del siglo pasado. Al contemplar la imagen, el studium sería la de una hilera de emigrantes que están a punto de partir hacia Estados Unidos, sin saber concretar si están en el punto de partida o en el de llegada. El fotógrafo ha querido mostrar una serie de personas que se marchan a algún lado. Se marchan solos, sin familia. El punctum correspondería al impacto emocional, el que permanecería, aun saliendo de la sala de exposiciones, en tu propia intimidad, en tu propio recuerdo de lo que habías contemplado minutos o incluso horas antes. Cuando observo esta fotografía me impacta, y eso sería mi punctum personal, las maletas alineadas sin visos de retorno, ni de vuelta atrás. ¿Qué han tenido que meter en ellas? ¿Qué han tenido que dejar en casa? ¿Qué es lo que llevan independientemente cada uno en ellas? ¿Llevarán una foto de recuerdo o alguna reliquia de su pasado? ¿Qué es lo que le espera a cada uno cuando llegue? ¿Triunfarán? ¿Retornarán de la misma manera que se fueron?.

sábado, 13 de octubre de 2012

Comentario acerca de los retratos de Humberto Rivas

La Galería Trinta de Santiago de Compostela ha dado un emotivo homenaje al desaparecido fotógrafo Humberto Rivas. Este artista argentino afincado en Bercelona se dedicó por completo al retrato en primer plano y en blanco y negro. Os recomiendo que veáis su galería de imágenes. Su obra es muy interesante bajo los puntos de vista fotográfico y psicológico.

miércoles, 10 de octubre de 2012

"Todo se puede sacar de una mano abierta" (Ejercicio práctico basado en la obra de Duane Michals, 1932)

Duane Michals nace el día 18 de febrero de 1932 en el seno de una familia americana católica de clase obrera. Su formación fotográfica es autodidacta. En 1958 hace un viaje a Rusia y se propone retratar a todas las personas que se encuentra. Esta situación le crea problemas con el gobierno americano ya que existía tensión en aquellos momentos por la Guerra Fría. A partir de esta experiencia se dedica con intensidad a la fotografía. Ha trabajado en diferentes campos de la fotografía comercial colaborando con prensa, revistas, y en la edición del trabajo gráfico de algunos discos musicales. También ha recibido premios por su obra en Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia. El fotógrafo que más ha influido en sus obras ha sido Atget. Aunque en sus fotografías se nota la influencia del surrealismo, especialmente Magritte y Balthus. Sin embargo, suele introducir elementos de reflexión sobre la existencia humana. Después de realizar su primera exposición en la Underground Gallery de Nueva York con los retratos realizados en su viaje a Rusia en 1963, ha ido realizando después retratos que han continuado esta tendencia de hacerlos en su propio ambiente y no utilizando el estudio fotográfico. La parte más significativa de su obra son las secuenciaciones y la incorporación de textos como elementos visuales integrados. Una característica esencial de su obra es la redefinición del medio fotográfico como un medio artístico y no como un registro de la realidad, destacando el papel de las emociones y los sueños. Sus escenificaciones y sus textos añadidos le sitúan en el arte conceptual y filosófico. Duane Michals, acredita su fama y su singular mirada a la falta de educación formal como fotógrafo, ya que como hemos dicho fue un autodidacta. Pero en 1966 comienza a hacerse con un estilo propio y único a través de la técnica de la secuenciación: una sucesión de fotografías como forma de contar historias con, incluso, un desarrollo temporal. Una técnica que perfiló aún más en sus trabajos a mediados de la década de los 70 al incluir pequeños manuscritos en las copias para reforzar su significado. En el PhotoEspaña 2001, cuarta edicion, fue reconocido con el galardón más importante de este Festival Internacional, por su "vocación indagatoria" del alma humana y su "raigambre existencial". Nuestro fotógrafo siente tanta pasión por los cuentos como por el cine. Siente un gran entusiasmo por Borges y por Truffaut, por un mundo, en definitiva, en el que lo importante es la idea, no la imagen. Él suele decir: "Me gusta la ironía", con un envidiable sentido del humor. Le gusta ridiculizar a todos sus colegas más pretenciosos. "Los artistas de hoy, que tienen ideas de una envergadura muy corta, necesitan grandes formatos para simular que están haciendo algo interesante. Los que tienen ideas brillantes pueden trabajar perfectamente en formatos reducidos porque sus ideas relucirán con intensidad”. Su serie Sequences de finales de los sesenta y principios de los setenta contiene dos de sus aportes más reconocidos e importantes a la fotografía. Es un trabajo con secuencias de imágenes (entre 5 y 15 por obra). Es un esfuerzo experimental para contar una historia en la que la realidad nunca está presente, siempre va arrastrada por el tiempo. El resultado son obras enigmáticas, casi ilustraciones de fantasías oníricas donde el tiempo, insertado entre los lapsos de las secuencias, recubre de incertidumbre el sentido de su sucesión. Esto, y la inclusión de textos y pintura, supusieron no sólo su consagración como autor sino que se convirtió en punto de referencia obligado al hablar de la capacidad narrativa de la fotografía. "Quien ve mis fotos ve mis pensamientos" es una declaración de principios por parte de Michals pero también una sutil llamada a la complicidad con el espectador. Con la sucesión de imágenes que constituyen una secuencia, Michals consigue desarrollar discursos sobre todo metafísicos, apoyándose en escenarios desnudos. A quienes le han acusado de servirse de esta técnica para desfogarse de su deseo de hacer cine, Michals les responde que las fotosecuencias son al cine lo que la poesía a la novela: una sintaxis completamente diferente. Sus imágenes tratan de fantasias eroticas, humoristicas, muchas veces violentas, de ocurrencia espontánea, utilizaba luz natural y muy poco equipo técnico. En ocasiones sus imágenes son borrosas que insinúan historias fantasmales, espiritualidad, enfatizaban lo oculto, lo misterioso. Una de sus series se titula “Things are queer” (1973), basada en esta y a título de ejercicio práctico traigo esta serie compuesta por 9 fotografías a la que he denominado “Todo se puede sacar de una mano abierta”.
Fotografía nº 1
Fotografía nº 2
Fotografía nº 3
Fotografía nº 4
Fotografía nº 5
Fotografía nº 6
Fotografía nº 7
Fotografía nº 8
Fotografía nº 9

sábado, 6 de octubre de 2012

Siguiendo la estela alemana sin saber que existía la Academia de Dússerdolf

De siempre me ha llamado la atención el captar edificios en toda su amplitud o detalles que cumplían las normas básicas fotográficas. No buscaba una objetividad definida, ni tampoco una reflexión. Sé, más bien, creo que hay que contar historias a través de una imagen. Una imagen fría que no transmitiera nada no me va. Expongo a continuación algunas fotos realizadas el pasado junio en Alemania, que pueden ilustrar ese sentido irreflexivo, frío y objetivo de las imágenes arquitectónicas que tienen los integrantes de la Escuela de Düsseldorf.
Edificio de Berlín
Edificio en Berlín reflejado
Edificio de Dresden
Escombros en frente a la Catedral de Estrasburgo

Humilde homenaje a Palomäki

En la obra de Nelli Palomäki, el semblante, la mirada del ser humano retratado se fusiona con la mirada del espectador. Para ella el momento sublime de un retrato es el momento de sacar la fotografía, el momento del disparo. En ese instante sublime, momento “frágil y poderoso”, nada está preparado y tiene que surgir. La fotógrafa finlandesa deja que los fotografiados sean responsables también de ese momento. Les da la oportunidad de pulsar el botón cuando ellos crean que están preparados para disparar la (su) foto. Entonces se establece un vínculo entre modelo y artista que son los auténticos dueños de la escena. Su obra es muy personal, independiente e íntima. Influida, como el resto de los artistas de la Escuela de Helsinki, por la melancólica luz nórdica escasa y oscura. Traigo una foto en forma de homenaje a Palomäki en este comentario. Se trata de un retrato en B/N de una sobrina nieta mía, y la he querido comparar (¡Qué osadía!) con otro de una niña de nuestra fotógrafa.

Reflexiones en torno al artículo de Xavier Ribas sobre la “Perfecta distracción”

Según Xavier Ribas, parece ser que en la actualidad “vivimos en la sociedad del ocio, pero no del ocio como descanso, sino del “ocio activo” que, según las industrias del sector, es el complemento ideal del trabajo.” El hombre ha cambiado en las últimas décadas y sus estilos de vida no pueden compararse con los de otros tiempos. Gustavo Adolfo Bécquer decía que el estado habitual de los dioses era el de la pereza, el dejarse llevar por el no hacer nada. A esto podríamos llamarle según describe el poeta como “ocio pasivo”. Sin embargo, las connotaciones que tenía el estilo de vida romántico no tienen nada que ver con el de la actualidad. Desde el punto de vista productivo, la pereza es hoy día antieconómica. Cualquier domingo en cualquier ciudad, la gente convierte los espacios residuales, es decir los espacios que quedan entre autopistas y bloques de viviendas, en lugares donde practican sus actividades de ocio. ¿Pero hay que estar activo mientras el ser humano debe descansar? ¿Quién o que sistema nos obliga a ello? A partir de la década de los sesenta de la pasada centuria, las comunicaciones entre los diversos barrios de la ciudad gracias al metro, convirtieron todos los sectores urbanos, ya fueran céntricos o periféricos, en barrios céntricos por haberse acortado las distancias. Estos arrabales, con la llegada de la urbanización de sus calles y plazas, perdieron el atractivo de los espacios residuales que estaban entre las casas. Espacios naturales, familiares, que estimulaban la convivencia entre vecinos. Según refiere Rivas, Lewis Baltz decía que “los reductos más salvajes del mundo occidental se encuentran en la periferia de las grandes ciudades”. Son los espacios marginales que se encuentran en los límites de lo urbanizado los que donde más podemos experimentar la ausencia de orden y de las leyes sociales que lo regulan. Esta tendencia actual a recuperar la concepción clásica del regreso a la naturaleza, con todo lo que lleva al hombre a tomar actitudes libertarias sin orden ni control, comporta tanto al hombre como a la mujer, el rescate del paraíso perdido del amor y del regocijo. Los espacios marginales de las periferias de las ciudades, que escapan de la estrictez del centro urbano, por su idiosincrática futilidad, son los únicos lugares donde se puede pasear, leer o convivir al aire libre. Son los únicos lugares donde se puede aún recuperar la añorada pereza. El hombre huye de la cárcel en la que se ha convertido la ciudad. Y recurre, en un acto de suprema desesperación e impotencia, a ocupar (¿invadir?) estos espacios que aún quedan libres y tutelados por la naturaleza.

martes, 2 de octubre de 2012

Mis fotógrafos preferidos de la Academia de Düsserdorf y la Escuela de Helsinki

Presento algunas fotos de Aino Kannisto, Elina Proterus, Nalli Palomaki y Axel Hütte.

lunes, 1 de octubre de 2012

La Academia de Düsseldorf y la Escuela de Helsinki

Bernd y Hilla Becher sin la mas mínima intención fueron los precursores de uno de los movimientos mas importantes en la fotografía del siglo XX. Su primer trabajo fotográfico, acaecido en 1959, consistió en documentar la arquitectura industrial alemana en desuso. Este trabajo inédito sirvió de inspiración para un grupo de estudiantes de la escuela de Düsseldorf. Entre estos alumnos destacaban: Candida Höfer, Axel Hütte, Thomas Ruff y Thomas Ströth. Más tarde se incorporaron, Petra Wunderlich, Andreas Gursky y Jörg Sasse entre otros. El matrimonio Becher realizaba fotografías desde distintos puntos de vista con una cámara de gran formato, pero siempre utilizando un plano perpendicular con el fin último de captar los edificios con idéntica función y al exponerse todas juntas, incitaban al observador a cotejar las diversas formas y diseños de los mismos. Estas edificaciones eran principalmente industriales. Las fotografías que realizaban se centraban exclusivamente en los edificios y obviaban todo lo que rodeaba a estas estructuras, quedándose solo con la esencia. Eran fotografías objetivas donde se estimulaba a la reflexión pura fuera de compromiso emocional y de una historia narrada. Eran fotografías dignas de admirar. Esta escuela promulgaba que la cámara fotográfica no tiene que contar historias sino que exponer objetivamente la realidad observada. Al comparar los diversos edificios entre sí, mediante la observación, se pretendía captar las originalidades de los distintos ingenieros, y la importancia de la ingeniería alemana en la historia de esta. Su belleza se basaba en la objetividad y en el ritmo, sin reflexionar sobre el edificio como una escultura en sí. El trabajo de los Becher fue muy importante para conocer parte de la historia de la arquitectura de Alemania. Podemos mencionar a diversos fotógrafos que pertenecen a este movimiento arístico: Cándida Höfer fotografía espacios amplios interiores, sin personas, relacionados con edificios que están relacionados con la cultura. Axel Hütte, incluye al paisaje un halo de misterio y lo muestra como una novedad. Utiliza los reflejos y la reducción de la naturaleza en colosales formatos. Y nos da un mensaje: Es necesario los grandes formatos para acercar al ser humano a su realidad. Thomas Ruff que aplicó el método de los Becher a los seres humanos, y sus fotos ofrecen al espectador espacios solitarios donde no aparecen personas. Thomas Ströth en sus fotografías plasma la forma de relacionarse el hombre con su medio, ya sea la familia, el tiempo de ocio,… Andreas Gursky, que se incorporó más tarde a esta pléyade, dentro de hacer una fotografía objetiva, desea obtener espacios amplios dentro de una actitud crítica al consumismo humano. La escuela de Helsinki, al contrario, tiene un estilo propio muy ligado a la cultura y su clima nórdico. Este movimiento ha transformado el mundo artístico con su metodología tan singular como el de ser informal y dando libre albedrío a sus estudiantes, poniendo como única limitación la imaginación del artista. La luz, el agua y la naturaleza son elementos comunes entre sus diversos autores. Los diferentes fotógrafos finlandeses como Elina Brotherus, Miklos Gaal, Nelli Palomaki, Jari Solomäqui, Aino Kanisto, Susanna Majuri, Ilkka Halso, Joakim Eskildsen, Kalle Kataila, Mila Laurila y Sandra Kantanen son artistas jóvenes y con éxito a nivel internacional con una influencia similar pero con conceptos diferentes. Si analizo estos dos movimientos con sus características positivas y negativas me decanto por la filosofía de la escuela de Helsinki por lo que tiene de expresión de libertad y de valoración por encima de todo de la creatividad del artísta. Entre los fotógrafos que me han llamado la atención han sido: Elina Brotherus por sus maravillosos paisajes que incitan a un estudio más profundo de la personalidad del arista, Nelli Palomaki por su luz y el estudio lleno de sensibilidad de la infancia y Aino Kannisto por sus autorretratos. No obstante debo resaltar la figura de Axel Hütte, que aunque pertenezca a la escuela de Dússeldor, me ha impactado por cómo aborda el paisaje dotado de misterio y seducción.